Add parallel Print Page Options

Los dos hacían el bien ante los ojos de Dios, cumpliendo sin falta las leyes y los mandatos del Señor. No tenían hijos, porque Elisabet era estéril y además ambos ya eran ancianos.

Un día Zacarías estaba cumpliendo sus deberes de sacerdote ante Dios, porque a su grupo le tocaba el turno de servir en el templo.

Read full chapter